Llegas al lugar del servicio y observas que se ha quemado un piso.
A un vecino se le ha prendido el aceite, por olvidarse la paella al fuego al atender el teléfono.
Que al descubrir el aceite ardiendo ha intentado extinguirlo con agua, eso le ha provocado las graves quemaduras en la cara, brazos y cuello.
Cuando quemaban ya los muebles de la cocina, ha huido dejando las puertas y ventanas abiertas, eso ha propagado el humo más allá de su vivienda y ha dado oxigeno a las llamas para abrasar el resto de estancias.
Nos lo hemos encontrado en el ascensor, con síntomas severos de asfixia, pues se fue la electricidad al quemarse los cables y quedo atrapado entre el primer piso y el entresuelo.
Hubiéramos llegado antes si los otros vecinos, en su huida del edificio, hubieran recordado o conocido el 080 o el 112.
¿Absurdo? Este servicio lo realice hace diez años. Y muy parecidos dos al mes.
Procúrate formación básica en prevención y autoprotección en incendios. Por ti y los tuyos.